La Iglesia Católica de Portugal solicitó a una comisión independiente para investigar los casos de abusos sexuales cometidos dentro de la misma. Durante más de un año de investigación, se recabaron 512 testimonios, pese a que señalaron que las víctimas ascienden a 4.815.
El caso de Portugal se suma al de otros países de Europa que han hecho catastros parecidos, tales como Alemania, Irlanda, Francia y Países Bajos.
El psiquiatra infantil Pedro Strecht lideró la comisión de 6 especialistas, los que se centraron en casos desde 1950 hasta 2022.
Sin embargo, solo 25 de estos delitos pudieron ser enviados a la justicia, ya que el resto prescribió. De todos modos, la comisión creará un listado que enumerará a los sujetos que se encuentran activos a día de hoy.
El 96% de estos abusadores eran hombres y cerca del 70% eran también sacerdotes. Los delitos tuvieron lugar en escuelas e instituciones deportivas, seminarios y centros de acogida.
Asimismo, la media de edad de los afectados superaba por poco los 11 años, eran niños, y en la actualidad poseen en su mayoría 52 años. Los crímenes fueron en todo el país, pero particularmente en Lisboa, Oporto y Braga.
"Los testimonios son emocionalmente muy intensos y deben servir para acabar con una larga noche de silencio, vergüenza, miedo y culpa", señaló Strecht.
La comisión hizo un llamado a la justicia para actuar y suspender la prescripción de estos abusos durante 30 años.
Asimismo, el cardenal y patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, anuncio que estaba dispuesto a reconocer los errores del pasado y pedir perdón a las víctimas.