La implementación de nuevas herramientas policiales dio un paso clave este martes, cuando el Gobierno autorizó a Carabineros el uso de pistolas eléctricas no letales, conocidas como taser.
La medida fue confirmada tras la aprobación de la Subsecretaría de Seguridad Pública, que validó los procedimientos administrativos pendientes desde su anuncio en febrero. En una primera etapa, las pistolas se usarán en procedimientos de violencia intrafamiliar (VIF) dentro de un plan piloto en la Región Metropolitana.
Para portarlas, cada funcionario deberá contar con una certificación especial y respetar un estricto protocolo: no podrán dispararse hacia ojos, genitales u órganos vitales, ni aplicarse contra niños, niñas o adolescentes.
El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, explicó que el proyecto busca dotar a Carabineros con versiones actualizadas de este tipo de arma y que los resultados del plan se darán a conocer públicamente.
Con esto, se espera avanzar en el uso controlado de dispositivos de inmovilidad temporal, con foco en situaciones de alta complejidad.